Jair Bolsonaro, presidente de Brasil: un desalmado enemigo
de la humanidad
Epígrafe: Derechos de Tercera generación o Derechos de Los Pueblos: Derecho a la autodeterminación; Derecho a la independencia económica y política; Derecho a la identidad nacional y cultural; Derecho a la paz; Derecho a la coexistencia pacífica; Derecho a el entendimiento y confianza; La cooperación internacional y regional; La justicia internacional; El uso de los avances de las ciencias y la tecnología; La solución de los problemas alimenticios, demográficos, educativos y ecológicos; El medio ambiente; El patrimonio común de la humanidad; El desarrollo que permita una vida digna.
Tanto la Organización de las Naciones Unidas, ONU, como el papa Francisco, han venido alertando sobre el significado salvador que para el planeta representa LA AMAZONIA. La venida del Papa a esta zona del sur del continente americano en el año 2017 puso en movimiento una asociación de personalidades integrada por científicos, académicos y hombres influyentes entre quienes están, además del Papa que actúa como motor de Ética en Acción, el archimillonario Soros y el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz.
En Colombia, de D´Justicia hace parte de ese grupo que pretende salvar la Amazonía de su destrucción. César Garavito en su nombre coordinó la presentación de una tutela por 25 niños y jóvenes entre 7 a 24 años de edad en defensa de los derechos colectivos del Medio Ambiente. Esa tutela fue fallada por la H. Corte Suprema de Justicia de Colombia S.A., Sala de Casación Civil, y en ella impuso obligaciones al Estado colombiano en relación con ese pulmón del planeta que enorgullece a la América y al mundo. La Corte falló así:
“RESUELVE:
PRIMERO: REVOCAR la sentencia de fecha y lugar de procedencia anotada conforme a lo expuesto en precedencia y, en su lugar, otorgar la salvaguarda impetrada.
En consecuencia, se ORDENA a la Presidencia de la República, al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y a la Cartera de Agricultura y Desarrollo Rural para que, en coordinación con los sectores del Sistema Nacional Ambiental, y la participación de los accionantes, las comunidades afectadas y la población interesada en general, dentro de los cuatro (4) meses siguientes a la notificación del presente proveído, formulen un plan de acción de corto, mediano y largo plazo, que contrarreste la tasa de deforestación en la Amazonía, en donde se haga frente a los efectos del cambio climático.
Dicho plan tendrá como propósito mitigar las alertas tempranas de deforestación emitidas por el IDEAM (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, nota nuestra).
Así mismo, se ORDENA a la Presidencia de la República, al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, formular en un plazo de cinco (5) meses siguientes a la notificación del presente proveído, con la participación activa de los tutelantes, las comunidades afectadas, organizaciones científicas o grupos de investigación ambientales, y la población interesada en general, la construcción de un “pacto intergeneracional por la vida del amazonas colombiano -PIVAC”, en donde se adopten medidas encaminadas a reducir a cero la deforestación y las emisiones de gases efecto invernadero, el cual deberá contar con estrategias de ejecución nacional, regional y local, de tipo preventivo, obligatorio, correctivo, y pedagógico, dirigidas a la adaptación del cambio climático.
Así mismo, ORDENAR a todos los municipios de la Amazonía colombiana realizar en un plazo de cinco (5) meses siguientes a la notificación del presente proveído, actualizar e implementar los Planes de Ordenamiento Territorial, en lo pertinente, deberán contener un plan de acción de reducción cero de la deforestación en su territorio, el cual abarcará estrategias medibles de tipo preventivo, obligatorio, correctivo, y pedagógico, dirigidas a la adaptación del cambio climático.
Por último, ORDENAR a la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía –Corpoamazonia, la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y el Oriente Amazónico –CDA, y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena –Cormacarena, realizar en un plazo de cinco (5) meses contados a partir de la notificación del presente fallo, en lo que respecta a su jurisdicción, un plan de acción que contrarreste mediante medidas policivas, judiciales o administrativas, los problemas de deforestación informados por el IDEAM.
Adicionalmente, en lo de sus facultades, los organismos querellados tendrán que, en las cuarenta y ocho (48) horas transcurridas luego del enteramiento de este fallo, incrementar las acciones tendientes a mitigar la deforestación mientras se llevan a cabo las modificaciones contenidas en el mandato antelado. Dentro de las potestades asignadas, está la de presentar con mensaje de urgencia las denuncias y querellas ante las entidades administrativas y judiciales correspondientes.
SEGUNDO: Comuníquese telegráficamente lo resuelto en esta providencia a los interesados y oportunamente envíese el expediente a la Corte Constitucional para su eventual revisión”. (M.P. LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA, STC4360-2018, Radicación n.° 11001-22-03-000-2018-00319-01 de 4 de abril de 2018).
Pero mientras grupos significativos de personas y aún de instituciones trabajan de manera incansable por salvar nuestra “casa común”, aparecen los intereses privados que se movilizan a velocidades alarmantes y con gran eficacia en busca de ganancias individuales, privadas. Uno de esos agentes que impulsan la deforestación del gran pulmón de la humanidad para reemplazarlo por el cultivo capitalista de grandes extensiones mientras se reducen las reservas indígenas, es un exmilitar violento e insensible, miembro del Grupo de Lima, que ha asimilado los valores del modelo egoísta en los términos descritos por Pedro Montes en su libro “El Desorden neoliberal”, quien nos informa sobre los “valores” de este modelo:
“Las diversas vertientes del neoliberalismo, pues, conforman un todo dotado de cohesión interna. La defensa de unos intereses económicos tiene un correlato lógico en lo social y el político, e incluso en lo cultural e ideológico. Individualismo, competitividad, darwinismo social, éxito, dinero, consumismo, diferenciación: tales son los valores dominantes del neoliberalismo, cumpliendo todos ellos un papel en la modelación de las conciencias, y en la subordinación a los designios del sistema” (…) “El militarismo está estrechamente ligado al surgimiento del neoliberalismo y forma parte de sus condiciones de existencia”. (Editorial Trotta S.A., segunda Edición, Madrid 1996, págs. 40-41).
Ante la sed insaciable y el empuje del ansia de ganancia de los aliados de Bolsonaro, por fortuna se han levantado muchos personajes e instituciones, tal como se desprende de lo dicho en el periódico El Colombiano de Medellín del sábado 3 de agosto de 2019, página 9ª. Miremos:
- En un comunicado suscrito por 8 exministros de Ambiente, afirmaron ante la propuesta de abrir la selva para explotación, que Bolsonaro tiene una gran gestión “sistemática, constante y deliberada para desmontar las políticas ambientales de gobiernos anteriores”.
- Ante la pérdida de 769.1 kilómetros cuadrados de selva en solo junio de 2019, 63% más respecto al mismo mes de 2018, su Ministro de Seguridad institucional general (r) Augusto Heleno, dijo que “alardear” de esas cifras “perjudica al comercio y nos coloca como gran destructor del ambiente ante la humanidad”.
- Y ahora aparece la mano tierna del indio extendida sobre la madre naturaleza para hacernos recordar “El Sendero de la Anaconda”, que nos permite escuchar la indignación y la impotencia que invaden al guaraní Almíres Martins, del Estado de Pará, el más afectado con la deforestación según los datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), que informa que la pérdida de selva en ese estado representa el 38% de la tala de árboles del país. El indígena guaraní dice con amargura:
“El presidente utiliza la máquina pública, los impuestos pagados por los brasileños, para destruir nuestra riqueza verde. Hace que sea imposible combatir y controlar el crecimiento de las áreas deforestadas y las de la minería ilegal”.
Bolsonaro, aliado de un puñado de terratenientes y empresarios agrícolas, que trabajan por sus intereses privados contra la HUMANIDAD. – Desde las universidades Católica de Mina Gerais, Federal de Pará y Federal de Río Grande del Sur, de Puerto Alegre, los académicos se están manifestando sobre este monumental problema:
- Por la Universidad Católica, el profesor Robson Savio ha dicho sin titubeos que el presidente Bolsonaro …“es un aliado de grupos políticos y empresariales interesados en la explotación comercial de la biodiversidad y cercano a la bancada de los agronegocios”;
- Por la Universidad Federal de Pará el investigador Assis Da Costa Oliveira, ha dicho que Bolsonaro … “deconstruye datos irrefutables desde el punto de vista científico. A él no le gusta que lo critiquen por cuestiones básicas como la preservación del ambiente”;
- Por la Universidad Federal de Río Grande del Sur, de Puerto Alegre, la geógrafa Isabel Pérez, asegura que Bolsonaro gusta …”que las tierras no sean de uso colectivo, sino individuales y con títulos de propiedad, favoreciendo intereses económicos y dejando a un lado la conservación”.
- Hasta la ONU está en alerta. – Para la relatora sobre los derechos de los Pueblos Indígenas Victoria Tauli-Corpuz, “cuando Bolsonaro estimula la explotación económica de las tierras indígenas en su discurso, en la práctica otorga un pase libre a los intereses económicos y políticos que quieren explotarlas”.
La gota que llenó la copa al interior del país. – Según la misma publicación del periódico El Colombiano de Medellín, el INPE ha sido dirigido por un respetable físico que ha monitoreado por más de tres décadas por satélite las selvas amazónicas y dado a conocer los datos sobre la destrucción del bosque. Acusado por Bolsonaro de difundir datos falsos sobre el desmantelamiento de la selva, no guardó silencio. El científico, señor Ricardo Galvâo, director del INPE, de 71 años de edad, no presentó renuncia y se enfrentó al Presidente diciendo en una entrevista concedida el 21 de julio al medio O Estado de Sao Paulo, que Bolsonaro había “mostrado su cobardía”, al negar las cifras. “Quizás pensaba que iba a presentar mi dimisión, pero no lo haré”. Con su entrevista el científico generó una discusión pública que terminó como su destitución, el 3 de agosto de 2019. Una posición enérgica y digna de un sabio contra un tirano, delincuente de lesa humanidad, que pretende “restituir la democracia” en Venezuela junto con otros atrevidos seguidores de Trump, incluido Iván Duque, que nada ha dicho sobre la pérdida de 1971 kilómetros de selva en el solo año de 2018 en Colombia.
La política de Bolsonaro se reduce entonces a tres frentes: desmentir los datos científicos sobre la destrucción de la selva amazónica; reducir y expulsar las comunidades indígenas de sus reservas territoriales, y entregar la tierra sin árboles y sin biodiversidad a los terratenientes aliados para que se enriquezcan a costa de la destrucción de la humanidad, pasando por sobre todas las leyes jurídicas y morales, con tal de fomentar su ganancia privada. Aquí vale la pena repetir una cita que identifica al capital financiero:
“… El Capital tiene horror a la ausencia de ganancia o a la ganancia demasiado pequeña, como la naturaleza tiene horror al vacío. Conforme aumenta la ganancia, el capital se envalentona. Asegúresele un 10% y acudirá adonde sea; un 20%, y se sentirá ya animado; con un 50% por ciento, positivamente temerario; al 100%, es capaz de saltar por encima de todas las leyes humanas; el 300%, y no hay crimen a que no se arriesgue, aunque arrostre el patíbulo. Si el tumulto y las riñas suponen ganancia, allí estará el capital encizañándola: prueba: el contrabando y la trata de esclavos”. (P.J. Dunning, cita número 71 de El Capital, pág. 647, Fondo de Cultura Económica, 6º reimpresión 1974).
Todos tenemos derecho a la integridad de la Amazonía, y por lo mismo tenemos que estar pendientes del curso del cumplimiento de la tutela concedida a tres generaciones marcadas por las edades de los 25 niños y jóvenes que pidieron el amparo a una Corte de justicia Civil de Colombia. Lo mismo deben hacer todos los ciudadanos dignos de los demás países Latinoamericanos y del Caribe.