La jaulita punitiva
¿Pondría a un niño de 12 años de edad tras las rejas?
Sectores proponen reducir edad desde la que menores responden penalmente, otros apuntan a prevenir.[1]
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A ESTE PASO YA NOS VEREMOS rebajando la edad de responsabilidad penal a los diez años, luego a los ocho, más luego a los seis, y así regresivamente. Ya disculparán la exageración, la hipérbole, pero, de continuar con este histérico e irracional discurso punitivo, llegará el día en que veamos al Cuerpo Técnico de Investigaciones asechando las salas de neonatos de clínicas y hospitales. Estamos, pues, en presencia de la más pura demagogia punitiva (los periodistas hablan de “populismo” punitivo, no entendemos el uso abusivo del término, pero es lo que más resuena), tendiente a exacerbar y mover la sensiblería de la galería.
Así las cosas nos permitimos sugerir el nuevo modelo de esposas para poner a buen recaudo a estos futuros “delincuentes”:
Los que en algún momento, desde la facultad de derecho, afinamos nuestros pensamientos con los de la dogmática jurídico penal que predica que el derecho penal debe concebirse como la “última ratio”, hemos convenido en entender que el derecho penal debe operar como última instancia; cuando hayan fallado instituciones tales como: la «familia», la «escuela», la «sociedad» y el «Estado».
Si convenimos en que el ser humano es un ser esencialmente «posible», es decir, en constante construcción; quien, a diferencia de los animales, es capaz de «anticipar» su existencia, de «autocomunicarse», de «conocer» y ser «conocido», entonces, también podremos convenir en que es la «familia» en primera instancia; la «escuela», la «sociedad» y el «Estado» sucedáneamente, las instituciones[2] que deben procurar que el ser humano
Si claudicamos en este intento, entonces, sí que podremos proponer, por pura incapacidad e imposibilidad social , que la edad de imputabilidad penal, de responsabilidad punitiva, se lleve a los extremos más insospechados e irracionales.
En todo caso, este facilismo demagógico punitivo -lo que otros, en especial los medios de comunicación desinformados, titulan “populismo” punitivo-, nos da para entender la incapacidad de una sociedad condenada al fracaso, de seguir en su miope visión maximalista del derecho penal como única instancia. Torpe insistencia que nos recuerda al Barón de Münchhausen cuando él mismo quería sacarse del pantano tirándose del pelo.
Ya lo sabemos: La Libertad es Responsabilidad, en tanto posibilita el digno avance en el expandido horizonte de plenitud del «Ser».
[1] Nota tomada de https://www.eltiempo.com/justicia/delitos/debate-por-bajar-la-edad-de-condena-de-menores-de-edad-a-12-anos-168584
2 Para una
ilustración filosófica y socio-política de «la institución simbólica de la
sociedad», transcribiremos un aparte de
la excelsa obra del filósofo del derecho y doctor en ciencias políticas Mauricio García Villegas intitulada “La eficacia simbólica del derecho”: “Una institución social nunca es el
resultado de la puesta en obra de los mecanismos para satisfacer la necesidad
social a la cual dice responder dicha institución: el Estado no es el producto
del pacto social, la iglesia no es la materialización social del fervor
religioso de ciertos pueblos. No existe una correspondencia funcional entre la
forma institucional y la materia social: entre lo uno y lo otro se introduce el
ingrediente “perturbador” y creador de lo simbólico; todas las instituciones
sociales responden a una cierta necesidad imaginaria del hombre en sociedad. (Imaginaria
en el sentido de creación imaginaria, no en su sentido de falsedad o
deformación)”. Opus cit. Ed.
Uniandes, Santafé de Bogotá, 1993. P.59.