29 – Rubén Crespo

Rubén Crespo Pérez 

Por siempre le ha interesado en el tema de la raza negra, la pátina y el encanto del color de sus pieles, fue el atractivo inicial… Muy joven, paralelo al estudio académico en la escuela secundaria, asistió a talleres particulares de pintura; la maestra Lola Vélez, en su natal ciudad de Bello, fue su primera orientadora. Fueron viniendo otras personas como Mario Madrid e instituciones particulares, luego lo hizo en la escuela de Bellas Artes de la ciudad de Medellín, más adelante en la Universidad de Antioquia (Instituto de Artes) de la misma ciudad, después en Art Students League en Nueva York, así como estudios de grabado en Medellín y Nueva York, todo esto complementado con cátedras de antropología y literatura que fortalecieron a diario el trabajo pictórico, la investigación y la fundamentación de la obra afro.

Después de haber estudiado artes en la facultad de la Universidad de Antioquia, ingresa a Antropología, en el año 1984. Mientras cursaba 8º. semestre de Antropología, se radicó en la ciudad de Quibdó, capital del departamento del Chocó, con el ánimo de realizar una investigación a fondo sobre las comunidades negras habitantes de la zona. Esto le tomó tres años y diez meses que a la postre fueron fundamentales en su formación como artista plástico. De pueblo en pueblo, de río en río, de aguacero en aguacero fue caminando todo el Pacífico colombiano y estructurando el tema que hoy es su identidad en el medio cultural.

En 1992 viaja a la ciudad de Nueva York con el interés de estudiar y confrontar su obra con artistas de talla internacional y desde allí, en un proceso lento y de mucha búsqueda, logra encontrar galerías y representantes para promocionar, exponer y comercializar su obra en ciudades como Los Ángeles, Tampa, Nueva Orleans, Miami, Paramus, Stanford, Paterson, en Estados Unidos, y Weslark (Alemania), Estocolmo (Suecia), Bruselas (Bélgica) y unos años más tarde en Girona y Barcelona (España), Estrasburgo (Francia) y Lieja (Bélgica). Luego vinieron exposiciones en las ciudades de Querétaro y Guadalajara en Mexico y su última exposición individual de carácter internacional la realiza en la ciudad de León en México. Suman en su haber muestras en ciudades colombianas como Bogotá, Cartagena, Pereira, Santa Marta, Quibdó, Medellín y Bello. Hoy espera concretar invitaciones con museos de Guayaquil, Ecuador, Veracruz México, La Habana, Cuba y Nairobi en Kenya, África.

Por más de 40 años su expresión pictórica es narrativa, social, allí en cada imagen hay un contador de historias, que congela representativos momentos y oficios de los afrodescendientes en toda América… balseros en fuga buscando libertad, cromáticas labores propias de la producción bananera, donde el negro es su principal ejecutor, el abrazo profundo y fraterno del músico con su tambor, las ambulantes vendedoras de frutas, las buscadoras de oro, bellas imágenes cotidianas de las riveras de nuestros ríos, las monjas de torso desnudo, los temas de bar… la soledad, la nostalgia y la esperanza están latentes, así como el color de sus ropajes, sus risas y su fiesta. Son representaciones de la presencia del negro en nuestro país. Hoy la investigación se centra en temas del conflicto colombiano, el desplazamiento forzado, las pérdidas de vidas y todo ese dolor social colectivo, que también lo sufren comunidades afros de Colombia.

Todo su discurso artístico es social, es un aporte más por la dignidad de las gentes afros, es un referente de su presencia, es un reclamo silente lleno de vida, sensibilidad, color y poesía, invita a profundizar en las mágicas historias africanas, en las leyendas del Caribe, en ese legado de sincretismo y sonidos del Pacífico a situarse frente a las difíciles y cotidianas vivencias de las comunidades afrodescendientes de toda nuestra América.