Delimiro Moreno | William Ospina | Daniel Coronell | Darío González Posso
Adonaís Jaramillo | Frank David Bedoya | Juan Diego Velásquez
Raúl Ruiz | Manuel Muñoz | Jesús María Dapena
Enviado para Gotas de tinta
Por un cambio radical en la política
Despenalización de los campesinos, indígenas y afros cultivadores
La “política antidroga” en Colombia hace parte de una cruzada mundial, una “guerra santa” ordenada y coordinada por los EEUU, que se conoce como la “Guerra contra las drogas”, en virtud de la cual la política dominante ha sido el prohibicionismo, es decir el uso del derecho penal como herramienta fundamental en la lucha contra todas las fases del negocio y en algunos casos también contra el consumo.
De las diferentes estrategias del Estado -control de cultivos declarados ilícitos, lavado de activos y extinción de dominio de bienes en poder de narcotraficantes, prevención de consumo de drogas, interdicción y control al tráfico-, la que más ha predominado es el “control a los cultivos”; o sea, la represión al cultivador. Esta guerra ha determinado la evolución de la legislación penal en Colombia en esta materia y comprende, como una de sus estrategias básicas, la “erradicación en la fuente”; es decir, la guerra en primer término y con el mayor énfasis, contra los pequeños cultivadores de estas plantas proscritas: campesinos, afrodescendientes e indígenas.