Sobre los “alternativos” en política

Los demócratas nos dejamos polarizar entre izquierda y derecha. La derecha ha gobernado durante 190 años, desde la muerte de Bolívar en 1930 hasta hoy. Y a todo aquel que se le opuso lo llamó “seguidor del tirano”, “radical”, “demagogo”.

Después del Frente Nacional, la Oligarquía Liberal-conservadora llamó a los opositores “bandoleros” “guerrilleros”, “comunistas”; y cuando un sector significativo de la rancia oligarquía se degradó como clase al unirse con los parapolíticos, a los demócratas, incluida la ONU, los llaman “mamertos”, “terroristas”.

Después de la Constitución del 91, la derecha moderada nos llama a todos IZQUIERDISTAS. Los narco-parapolíticos llaman a un sector de la izquierda terroristas de “la far”.  Con ese santo y seña señalaron a Manuel Cepeda V. y ahora a Iván Cepeda.   

El concepto “izquierda” le gustaba al maestro Carlos Gaviria Díaz, quien además decía que él era radical porque gustaba tomar las cosas por la raíz, no por las hojas, las apariencias.  

El Estado tiene fines, pero no es un fin en si mismo. Después de la Constitución del/91, somos simplemente demócratas, defensores del Estado Social de Derecho –art. 1º-  en construcción, y de los fines del Estado (art.2º).  El artículo 1º fija los principios fundantes:  DIGNIDAD HUMANA, TRABAJO, SOLIDARIDAD e INTERES GENERAL. Y el art. 2º establece los fines del Estado-INSTRUMENTO- protector de todas las personas en su vida, honra, bienes, derechos, creencias y garantías. La actividad de los jueces y las altas cortes gira en torno de estas dos disposiciones. 

 El Estado FIN lo defienden quienes tienen la concepción autoritaria: Nacismo de Hitler, fascismo de Mussolini, falangismo de Franco, terrorismo de Estado de la Junta Argentina, “refundación de la patria” de los narco-parapolíticos colombianos.   

Nosotros somos pues, los defensores de la institucionalidad democrática, por lo mismo de todas las personas, sin discriminación de género, raza, credo político, religioso, filosófico o sexual, fortuna… Por eso nos llamamos COLOMBIA HUMANA. Para nosotros el Estado es instrumento de felicidad, como decía el Libertador. Inclusive, defendemos a la gente de derecha. Resistimos en cambio, a la extrema derecha, esto es a quienes crean ejércitos privados para mantenerse en el poder y pretenden REFUNDAR LA PATRIA, o sea los NARCOPARAPOLITICOS, quienes deben ser castigados severamente por la justicia democrática.

A quienes tienen el Estado como FIN, les estorba el defensor de derechos humanos, los líderes sociales, los dirigentes sindicales, reclamadores de tierras, defensores de territorios colectivos como los indígenas y  negritudes … Y a los verdaderos opositores los matan- Uribe Uribe, Gaitán, la Unión Patriótica-  o los amenazan de muerte y les roban las elecciones, como a Gustavo Petro. A todos estos conjuntos sociales quienes defienden el  Estado FIN les señalan un destino: LA MUERTE VIOLENTA.

Nosotros NO somos “alternativos”, somos coautores de la Carta del/91, defensores de la institucionalidad. Alternativos son quienes odian la humanidad y por eso quieren REFUNDAR LA PATRIA, tomando para sus protervos fines los órganos del Estado.