34 – Tomás Andrés Ochoa

“Soy Tomás Andrés Ochoa Mejía, Hijo de Blanca y José, nacido en Medellín en el año de gracia de 1968, pero hijo adoptivo de Caldas y Frontino, Antioquia. De profesión abogado, con incursiones en las letras, las mismas que se sintetizan en contar la historia de mi casa que es la misma de todo el mundo. Empecé escribiendo porque mi papá nos sugirió escribir cartas a la mamá quien ahora me lee en el cielo”.

Pertenece al taller de poesía Aluna, dirigido por Marga López. Poeta con invitación permanente al Festival de poetas frontineños. Calígrafo inconstante y contador de historias. En la actualidad trabaja en la rama judicial del poder público y ejerce placenteramente su actividad literaria.

Escribe cuento y crónica; además, poesía. Tiene publicado el libro: Panadería Luzma.

Nota de la revista: Tomás Andrés estuvo en la tertulia de la revista Gotas de tinta: “Plumas y Voces”, como autor invitado, en mayo de 2015, en El Café de la Piloto.

Papá por siempre

En el cuaderno de mis primeras letras la única página sin borrones era la primera donde puse el nombre que me diste.

Las otras páginas, como la vida, fueron una sucesión de errores, ensayos y correcciones. Intentos para no escribir torcido en los renglones de la vida.

Pero al final, con Horrores y errores, el cuaderno reflejaba la nota, a veces raspada, que decía que habíamos terminado una materia, que como en la vida, había que pasar la página y seguir adelante.

El año nuevo llegaba con nuevos cuadernos, y con borrones, pero allí estaba tu mano que señalaba el camino recto, las cuentas claras, el trazo seguro.

Esos renglones azules como cielo escribieron historias de muchas mañanas donde el camino de ésta vida es el que han marcado tus huellas en éste mundo.

En la mitad del cuaderno te celebro con un sol de media cuartilla y en la página final un corazón lleva escrito tu nombre para anunciar que cualquier cosa que escriba en la vida está inspirada en tu enseñanza.

Como en cualquier mañana de febrero en que estrenaba cuaderno, pienso en tu nombre que no destiñe, en tu existencia sin mancha y en que siempre es nuevo tu recuerdo.

Gracias por hacer parte de las mejores historias.

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