El renacer de la historia.
¡Que cese la horrible noche!
Un fantasma recorre el mundo, el fantasma del renacer de la historia. Casi en todos los confines del planeta la gente abre los ojos, como si estuvieran despertando de aquella pesadilla tenebrosa que narra José Saramago en el Ensayo sobre la ceguera.
El cambio climático con todas sus consecuencias, la excesiva concentración de la riqueza en pocas manos, la pérdida de derechos sociales y laborales conquistados, la defensa de las minorías y el respeto por la diferencia, las oleadas migratorias pasando ríos, montañas, mares y continentes, son fenómenos cotidianos.
Hace cuarenta años en Inglaterra y Estados Unidos crearon el modelo que nos rige. Y en Colombia ese modelo se fusionó con una economía y una política mafiosa que llevó al poder a una élite corrupta y enredada en los negocios turbios de la ilegalidad. Un modelo y unos dirigentes que reviven el pasado, impiden la democratización de la vida y de la economía, añoran la época de la Colonia y sueñan con un país manejado como una finca del pasado feudal.
Millones y millones están despertando. Al punto que a veces en unos pocos días se concentran muchos años de historia. La creatividad, el ingenio, el hastío por la violencia fratricida, la utilización del arte y la cultura en todas las formas, son elementos nuevos. Y también son nuevas las armas utilizadas, particularmente todo lo relacionado con internet y las nuevas tecnologías. Ese pequeño dispositivo que tienen millones en sus manos, que permite enviar texto, imágenes, video y audio al instante por todo el planeta, es la espada de los descontentos de hoy.
En general no buscan todavía destruir el estado de cosas actual, sino mejorarlo, hacerlo más moderno y democrático. Como decía uno de los intelectuales de hoy, es tratar de revivir la Ilustración. Es expresar el descontento por tanta desigualdad y corrupción. Es rescatar las conquistas y los derechos adquiridos durante tantos años.
Vivimos tiempos similares a los de 1848 en Europa y a los de mayo de 1968. Vendrán nuevas crestas en las olas de los movimientos sociales. Y la literatura y el arte jugarán un papel clave, pues sus protagonistas no solo expresarán su mundo interior sino que se comprometerán con el mundo exterior. Ahora quieren simplemente mejorarlo, pero llegará el día en que el orden existente saltará hecho pedazos. Y los nuevos actores tomarán el cielo por asalto.
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Este número de la revista lo dedicamos a los fenómenos recientes que están reescribiendo la historia. Particular importancia tienen las columnas de la sección Opinión del norteamericano Joseph E. Stiglitz, de nuestro amigo Albeiro Caro, de Víctor Currea-Lugo, de Juan José Hoyos y otras.
Jairo Trujillo M.
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