Notas periodísticas
Filial del Fondo de Cultura Económica – FCE en Medellín es una apuesta cultural de esta ciudad colombiana
La apertura de una filial del Fondo de Cultura Económica en Medellín es una apuesta cultural de la ciudad y afianza la alianza estratégica entre la casa editorial mexicana y la Biblioteca Pública Piloto, aseguró la directora de esta institución, Shirley Milena Zuluaga.
“Con la consolidación de la alianza entre la Biblioteca Pública Piloto y el Grupo Fondo de Cultura Económica, la empresa mexicana hace una apuesta a la cultura de la ciudad, abriendo una de sus librerías en la sede central de La Piloto, señaló Zuluaga.
Explicó que la “razón por la que La Piloto y el Fondo se unen va más allá de abrir una de las librerías de habla hispana más importante del mundo en Medellín. Esta unión busca, además, poner en circulación contenidos culturales que van desde la agenda expositiva hasta la creación de programas de fomento cultural en la ciudad”.
A partir de esta alianza también se “fortalecen los contenidos patrimoniales que nacen en el acervo que conserva La Piloto –como el Archivo fotográfico que custodia más de un millón setecientas mil fotografías y es considerado Registro de Memoria Regional del mundo”.
Además, fortalecerá la Sala Antioquia que “rescata y preserva la memoria histórica de la región antioqueña– y que tendrán eco desde la editorial del Fondo de Cultura Económica y su presencia a nivel mundial”.
“Con esta alianza cobra fuerza el sueño que tenemos para seguir teniendo una biblioteca como centro de pensamiento e ideas. Una biblioteca que le da vida al patrimonio y a la memoria, que tiene espacios de aprendizaje y formación”, subrayó la funcionaria colombiana.
Para el director general del FCE, José Carreño, “abrir una librería en esta hermosa ciudad no es una casualidad; es más bien una causalidad y consecuencia de dos proyectos coincidentes: el del Fondo de Cultura Económica y la Biblioteca Pública Piloto”.
“Ambas instituciones tenemos como misión la promoción y difusión de la lectura; la formación de lectores críticos y creativos; apoyar la educación y la promoción, comprensión, difusión y defensa de las diferentes manifestaciones culturales de Latinoamérica”, dijo Carreño en al acto de presentación del proyecto que abrirá en enero del 2018.
Las dos entidades son “centros culturales que estimulan la proyección y creación artística; y la conservación y difusión del patrimonio formativo e informativo de la humanidad”, dijo el director general del FCE.
El Fondo de Cultura Económica cuenta con un acervo de más de 120 colecciones y a Medellín traerá al menos 60 de ellas que se traducirán en más de 20 mil textos.
Esto más allá de las cifras, quiere decir que una empresa fuerte y con presencia mundial le apuesta a una de las instituciones más tradicionales de la ciudad que es desde Medellín y para América Latina como la Biblioteca Pública Piloto.
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La información científica tiene grandes retos en la era digital
El investigador mexicano Héctor Arita, quien participó en el Festival Visiones de México en Colombia, aseguró que la información sobre asuntos científicos enfrenta grandes retos en la era digital.
“Yo soy investigador científico y mi trabajo es hacer investigación en ciencia, pero una parte fundamental como profesor es divulgar el conocimiento al público en general”, dijo Arita en la librería del Fondo de Cultura Económica (FCE) en la capital colombiana.
Explicó que sus dos principales objetivos son: “llenar un vacío de la información científica y transmitir las novedades que hay en la ciencia a un público en general”.
Pero –dijo– la otra parte que le interesa es “motivar a los jóvenes para que se interesen con los temas de la ciencia de manera atractiva, que sea estimulante para todas las personas que no son especialistas en temas científicos”.
Los científicos y los comunicadores tienen retos muy importantes en la nueva era digital, con una comunidad de jóvenes en aumento que no leen extensos tratados como son las investigaciones científicas en sus diferentes áreas.
En su opinión el periodismo científico se enfoca en tratar temas de coyuntura, por ejemplo, explicar las causas del terremoto en el caso de México y agregó: “Un terremoto lleva a los periodistas a dar información para explicar este tipo de fenómenos. La noticia vuelve urgente su explicación”.
Explicó que una cosa es la información básica y otra muy diferente la “científica que es difícil de encontrar y en estos tiempos de las redes sociales aparecen noticias que son equivocadas. La comunicación electrónica se vuelva más complicada porque el público en general y los jóvenes no están acostumbrados a leer textos largos”.
“El reto que tenemos es poner en un twitter o en una nota muy corta la mayor cantidad de información y que sea comprensible para el público. Este es un gran reto”, agregó.
Arita recomendó una mayor interacción entre los profesionales de la comunicación, escritores, periodistas y los científicos, y superar el debate de quien debe escribir temas de ciencia, si “los científicos o los comunicadores”.
“Yo creo que ambos lo pueden hacer muy bien, pero siempre que haya una interacción entre ciencia y comunicación, este es un factor muy importante que hay que fortalecer”, subrayó.
Sostuvo que países como México, Colombia, Chile y Brasil han avanzado de manera significativa en esta interacción entre científicos y comunicadores. “Necesitamos más interacción, más aproximaciones entre las comunidades científicas y los comunicadores”.