De Senegal a Granada, España
En esta fotografía vemos el interior de la cueva de Adi, un integrante de la familia senegalesa. En la pared está escrito “Baye Fall”, el camino a seguir promulgado por profetas senegaleses. Se observan varios enchufes a la derecha de la imagen, algo muy curioso que señala que tienen electricidad y otros medios.
En esta imagen vemos a Adi -con una de sus maravillosas sonrisas fumando un cigarro-, un senegalés que también forma parte de esta comunidad. Podemos ver el interior de su cueva, una habitación al fondo, una televisión, un ventilador y otros objetos. Esta fotografía es una de mis favoritas, ya que me hace revivir los buenos momentos que pasé con ellos.
En esta fotografía vemos a Daouda tocando un timbal sufí, creado y decorado por él mismo. Al fondo vemos la entrada de su cueva y la sombra de dos amigos senegaleses que le acompañaban. Esta fotografía la realicé justamente antes de la comida, algo habitual para ellos: cantar y tocar los tambores mientras otros compañeros hacen la comida, rotando los turnos todos los días.
En esta fotografía vemos a otro compañero senegalés de la comunidad. Se encuentra lavándose la cara antes de reunirse con los demás para comer. Si nos fijamos en el fondo, vemos a varios turistas bajando por la zona, algo muy común.
Vemos a Abudai cocinando en su cueva. Se observa cómo entra la luz del sol por la puerta, iluminando toda la sala. En un primer plano, se observa una tetera, algo muy típico para los senegaleses: tomar el té después de cada comida.
La hora de la comida. Vemos varios brazos de muchos de los vecinos de las cuevas. Normalmente invitan a todo aquel que se encuentre por allí, desde vecinos hasta a turistas, algo digno de admirar.
Podemos ver a varios senegaleses en el fondo, preparándose para cantar y tocar los tambores todos juntos después de la típica comida. En un primer plano, vemos a dos senegaleses: uno sujeta a un bebé y el otro mira a cámara. Esta imagen podríamos dividirla en dos por la mitad, viendo así dos imágenes verticales diferentes.
En esta fotografía vemos al senegalés Daouda, cantando con un gesto muy expresivo. También se ve al fondo a sus demás vecinos senegaleses tocando los timbales y cantando. El ángulo es lateral, para que así se visualice el mirador de San Miguel Alto, la Ermita y a todos los senegaleses.
Vemos las manos de un senegalés tocando el timbal y, a continuación, otros miembros haciendo lo mismo. Esta fotografía la realicé por la tarde, justo después de tomarnos el té con Abudai en su cueva.
En esta fotografía vemos a Abudai realizando la oración diaria. La posición de su mano es el símbolo baye fall, un gesto que realizan mientras rezan.
Esta fotografía nos introduce ya en la noche. Vemos a varios senegaleses dando vueltas en círculos con una iluminación lateral artificial, la cual fue colocada por ellos mismos para que el lugar estuviera iluminado. Esta imagen da la sensación de estar mirándolos desde la puerta, como muchos de los turistas que van a visitarles por la noche para ver las ceremonias de todos los martes y los jueves.
Esta fotografía la realicé la segunda noche que estuve con ellos. Vemos a uno de los compañeros de la comunidad senegalesa, preparando la cena para todos aquellos que se encuentran bailando y cantando alrededor del cuenco sagrado, para los que tocan los timbales y para todo aquel turista que decida participar en la cena.
En esta fotografía vemos a uno de los senegaleses cantando. Vemos que este individuo lleva el estilo y el ropaje típico del Senegal: camisas algo estrambóticas con muchos detalles y rastas en el cabello.
La hora del café. Vemos a otro compañero senegalés preparando café para todo aquel que desee probarlo, sobre todo, para los que llevan más de hora y media realizando la ceremonia.
Esta imagen cierra la serie. En ella vemos el movimiento de varios senegaleses alrededor del cuenco sagrado. Estas ceremonias las realizan los martes y los jueves de cada semana durante horas. Bailan y cantan acompañados por los vecinos de las cuevas y los turistas.
Fotos de Carolina García Viso, enviadas desde Ceuta, España. Al igual que Cecilia Ann de Argentina, reflejan en sus fotografías la diáspora africana, concretamente la que viene desde Senegal pasando por España y Argentina.
Véase el documento en PDF que escribió Carolina en este vínculo.