Entrevista con Nicanor Restrepo Santamaría
Entrevista con Nicanor Restrepo | Santiago Gamboa
Jesús María Dapena | Mamu | Adonaís Jaramillo
“Se logrará acuerdo para poner fin al conflicto”
El pasado 21 de febrero, “Ser Solidario”, revista de la Cooperativa de la Universidad de Antioquia, realizó esta entrevista con el empresario Nicanor Restrepo, fallecido hace una semana en Medellín.
Nicanor Restrepo Santamaría era conocido por su larga experiencia como empresario: se destacó como miembro de innumerables juntas directivas y fue presidente del grupo Suramericana (1984-2004); también forjó su nombre en el sector público, especialmente por el cargo de gobernador de Antioquia (1983-1984); en tiempos más recientes, fue reconocido por sus aportes intelectuales.
Empero, lo que nos condujo a realizarle esta entrevista fue la vocación del doctor Nicanor Restrepo por el conocimiento de las Ciencias Sociales y las negociaciones de paz, rasgo que precisamente lo diferenciaba del grueso de los empresarios del país.
Nicanor Restrepo no fue ajeno a la paz, la cual siguió con empeño hasta sus últimos días, especialmente en lo que tiene que ver con la actual negociación entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc. Un asunto con el que estuvo conectado desde que en el gobierno de Belisario Betancur fuera nombrado como uno de los miembros de los “Altos Comisionados de la Paz”, participando así en los acercamientos para los diálogos de paz con el Epl y el M-19. También participó, en el año 2000, en los diálogos de paz en el Caguán, donde intervino en calidad de vocero del presidente de la República de la época, Andrés Pastrana.
Doctor Nicanor, ¿cuando participó en el gobierno de Belisario Betancur como negociador se dieron condiciones para hablar del posconflicto o es un concepto que sólo ahora sale a flote, dados los avances del proceso de negociación?
En términos precisos, no se usó el concepto del posconflicto, entendido como el proceso que sigue a un acuerdo que pone fin a un conflicto; pero quizás de una manera implícita sí se tuvieron presentes elementos que pertenecen a un período como ese. Así, por ejemplo, el llamado Plan Nacional de Rehabilitación (PNR), que continuó en el gobierno Barco, estaba orientado a evitar la repetición del conflicto removiendo las llamadas entonces por el Gobierno “causas objetivas” de la violencia, como la pobreza, la falta de salud, de empleo, de educación y en general la exclusión. Además, se le dio mucha importancia a la participación política de los exguerrilleros, que lamentablemente terminó con el exterminio de la Unión Patriótica. Por último, y a través del mecanismo de reinserción civil de combatientes dentro de la condición de perdón y olvido sin restricciones previsto en la ley 35 de 1982, se establecieron programas de estudio, de trabajo, de emprendimiento y otros.
¿Cuál es su perspectiva sobre el actual proceso de negociación en La Habana?
Soy optimista y creo que se logrará un acuerdo para poner fin al conflicto y se sentarán las bases para avanzar en el período de posconflicto y de construcción de la paz.
¿Cuáles motivos o argumentos conducen a un importante sector del empresariado colombiano a considerar que esta vez la paz sí será posible?
La forma como se han planteado las negociaciones, donde en primer lugar se ha dicho que no se impondrán por las armas reformas al Estado, que no se pondrán en riesgo la libertad, la democracia, la propiedad, y que el propósito único es poner fin al conflicto y reparar a las víctimas.
En caso de que se diera un apoyo del empresariado al posconflicto, ¿cuál sería la función que cumpliría?
Seguramente miembros de los gremios y empresarios estarán haciendo parte de los mecanismos institucionales que se diseñen para el propósito.
¿El sector empresarial, cuando ha participado en las comisiones de negociación, lo ha hecho como vocero de la sociedad civil o ha actuado como vocero de los intereses del Estado?
Lo hicieron a título personal, con la aquiescencia de sus juntas directivas y por delegación del jefe del Estado.
¿Cuáles argumentos u observaciones de los sectores opositores a la negociación considera que deben ser tenidos en cuenta para que la negociación de la paz llegue a buen término?
Ninguno. Para mí, los opositores han basado sus críticas en mentiras más que en argumentos.
¿Cuál papel asigna el sector empresarial a las Fuerzas Armadas en un escenario de posconflicto?
El que corresponde a esa institución en una sociedad sin conflicto interno y que establece la Constitución, esencialmente velar por la seguridad en las fronteras y la protección de las instituciones republicanas.
¿Cómo considera el sector empresarial que se puede hacer una paz compatible con el mercado y la justicia social?
Mercado y justicia social no se oponen. El Estado tiene que jugar un papel que impida los excesos del mercado mediante regulaciones y que estimule la equidad mediante redistribución del ingreso.
¿Usted considera que el empresariado estaría dispuesto a contribuir con impuestos para llevar a buen término el proceso de posconflicto?
Tengo la certeza. Y lo haría más fácilmente si los nuevos impuestos recaen en una base tributaria mucho más amplia que la actual.
¿El empresariado estaría de acuerdo en apoyar una política de modernización del campo, entendiendo como una de las medidas establecer impuestos para las personas que tienen la tierra como una renta?
Tengo la convicción de que el sector empresarial apoyará los acuerdos, no solamente en lo referente a la modernización del campo, sino en general. Y que ese apoyo significará entre muchos otros aspectos nuevas contribuciones.
¿Cuál es la razón para que el empresariado no haya tenido mucho entusiasmo en apoyar la ley de redistribución de tierras?
Ciertos sectores radicales del empresariado agropecuario asumieron, a priori y sin conocer los acuerdos, que se ponía en riesgo la propiedad, lo cual es literalmente falso. Pero el sector empresarial formal a través de la Andi ha sido muy claro en apoyar los acuerdos, al punto que autorizó a su presidente a participar en la comisión de La Habana.
¿Usted cree que una solución de redistribución de tierras en Colombia redundaría en el progreso y desarrollo de la industria colombiana?
El campo colombiano tiene gran potencial productivo y podría convertirse en una importante fuente de crecimiento económico e igualmente en un impulso a la actividad industrial. Para ello el fin del conflicto es la oportunidad, porque muchas tierras improductivas que podrían incorporarse a la producción y una adecuada asignación de la propiedad lo permitiría.
¿Usted cree que el escaso desarrollo tecnológico del campo tenga relación con la desigual distribución de las tierras?
No necesariamente. Creo que es más producto de la ausencia de una política pública para el sector agropecuario.
¿Usted cree que la violencia en Colombia esté directamente relacionada con los problemas sociales que ha padecido el campo?
Los problemas del campo han encontrado en algunos pocos casos expresiones en grupos armados, pero a mi juicio la violencia en Colombia obedece a la falta de eficacia de las instituciones del Estado.
¿Cuáles riesgos corre el proceso de paz y qué podría hacerse para evitarlos?
Que no puedan acordarse los puntos faltantes, especialmente el relacionado con la justicia transicional, y por lo tanto no exista un acuerdo final; que los puntos pendientes en los temas acordados no se pudieren resolver y, finalmente, que el mecanismo de refrendación de los acuerdos que se adopten no tuviere las mayorías que requiere.
¿Cuál modelo de Estado y sociedad tendremos los colombianos si la paz se firma?
Una sociedad democrática que tendrá que construir la paz, fortalecer la memoria para evitar que se repita la violencia, seguir un proceso de desarrollo incluyente y aumentar las oportunidades para el crecimiento humano de sus ciudadanos.
¿Cuál puede ser el papel del sector cooperativo en el posconflicto?
Parte de lo que habrá que establecer es un sistema moderno y muy estructurado de cooperativas rurales que superen las experiencias negativas del pasado y permitan a los campesinos organizarse para ser mucho más competitivos.
* Cooperativa Universidad de Antioquia.
(Publicado en El Espectador, 22 de marzo de 2015